lunes, 25 de octubre de 2010

LA TRIPLE G

Histórica goleada…
Ganó, gusto y goleo.
Con una actuación estupenda Vilo goleo por 9 a 1 a San Andrés “C”. Ramiro Ramos Venturini, se gradúo de crack.

El día jueves Paco Montoya pudo realizar por primera vez una práctica de fútbol once. En ella priorizo e hizo hincapié en reparar los errores defensivos y preparar algunas jugadas de pelota parada. Por otro lado, cabe mencionar el mal estado en que se encuentra nuestra cancha, la falta de iluminación, el poco césped, el mal estado de las redes de los arcos, dan síntomas de ver una cancha abandonada…

El sábado Vilo viajaba a Benavidez para enfrentar a San Andrés “C”, sabiendo que este equipo viene en la zona baja de la tabla.
Para ello Montoya determinaba poner a los siguientes once: Salvati, J.Vega, Cusnir, Delgado, Fallesen, Iglesias, R.Venturini, G.Ciaramella, Serpa, Irigaray y Conde.

El juego comenzaba, la redonda se deslizaba por el maravilloso césped que presenta la cancha de San Andrés. Vilo disfrutaba del buen terreno, haciendo circular a la caprichosa de manera atrayente. El local estaba perdido de ante mano, no podía cortar los circuitos de juego que elaboraban, Ramos Venturini, Iglesias, Ciaramella y Serpa. Para colmo de males a los diez minutos tras un tiro de esquina, la visita, lograba abrir el marcador tras un cabezazo de G. Delgado. Lo trabajado en la semana daba sus frutos, Vilo pasaba a ganar inmediatamente. Una vez logrado el primer tanto el equipo hizo caso a lo mencionado por su capitán, Salvati en la arenga, “juguemos en serio, liquidemos el encuentro, no perdonemos en el banco hay compañeros que también quieren jugar”. Así fue nomás, Vilo jugaba de manera arrolladora, Irigaray defina cruzado, abajo, desde afuera del área grande para poner el 2 a 0 parcial. A continuación R.Venturini nos deleitaba tirando un caño, de suela sobre la raya, para todos los espectadores que estábamos por ahí. Continuo a esto, Conde ponía el 3 a 0 y antes de finalizar la primera etapa con complicidad del arquero estampaba el 4 a 0. Vilo jugo 45 minutos de antología.
Para el complemento Montoya realizo la primera variante entro Pucheta por Cusnir.
El verde y blanco continúo jugando solemnemente y en ningún momento sobro el partido. A los quince minutos Pucheta capturo un rebote tras un centro y clavo a la redonda en el ángulo derecho. Vilo daba cátedra. Paco arrojaba gradualmente a la cancha a Levoratto, Licera, Ciaramella y Piccini. Salían J.Vega, Irigaray, Conde y Serpa respectivamente.
El juvenil Gabriel Licera entraba con el pie derecho, convertía dos goles en menos de quince minutos mostrando todo su potencial de juego. Vilo ganaba por 7 a 0. A continuación Ramiro Ramos Ventirini armo su obra maestra, eludió a dos adversarios y se fue a definir cara a cara con el arquero, a quien ridicularizó dejando hecho un nudo tras un amago exquisito, para luego definir con el arco vacío. Era el 8 a 0. Luego llego el descuento del local, tras una maravillosa jugada, el diez de San Andrés, clavo un derechazo al ángulo izquierdo del arco defendido por Salvati, 8 a 1 se achicaba la diferencia. Pero poco duraría, inmediatamente M. Ciaramella tras una elegante jugada decretaba el 9 a 1 final. Vilo concretaba así su tercera victoria consecutiva.

Cabe mencionar que el rival que se enfrento presento muchas limitaciones, pero también vale aclarar que muchas veces se ha enfrentado a este tipo de equipos y se les a ganado con lo justo. Por eso quiero resaltar la correcta determinación de creer en la elaboración juego. Vilo priorizo el buen trato de pelota y en base a eso armo una goleada que puede aludirse como histórica. Montoya obtiene así puntaje ideal, nueve de nueve. Vilo a medida que pasan los partidos crece en su juego, gane en solidez y sube en la tabla. Para finalizar señalo que el equipo dirigido por Montoya consiguió las tres “G”, gano, gusto y goleo, tributos que no son poco para el fútbol de hoy.

Párrafo aparte para quien fue la figura del partido.
Para este atorrante del fútbol, el campo de juego fue un carnaval, la pelota un bicho adiestrado y el partido una invitación a la fiesta. Manejo al equipo con una solvencia solemne, nos deleito con sus picardías de malandra a la orilla de la cancha al arrojar un caño de suela que quedara grabado en las retinas de nuestros ojos. Para consumar su tarde estableció esa obra de arte que culmino en gol, tras eludir a dos rivales y dejar anudado en el piso al uno rival para luego acariciar a la redonda hasta el fondo de la red.
El día sábado el fútbol graduó a otro crack. Su nombre, Ramiro Ramos Venturini.

1 comentario:

  1. Guuuusssssstaaaaaaaaa30 de octubre de 2010, 18:01

    hay varios crack...el sopa y lucas caneda se viven rompiendo...ajajj

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