Un deslucido Vilo empato con el último de la tabla. Salvati tuvo una tarde, memorable.
Vilo viajaba hasta Pilar, para enfrentar por la 13º fecha a Libertador F.C. Con cambios obligados por los expulsados Serpa y Delgado, el técnico Montoya determinaba repatriar en el arco al legendario Gabriel Salvati, quien jugaría entre algodones debido a una lesión que presenta en una de sus rodillas. La otra variante sería la de R. Iglesias jugando de marcador central. Por lo tanto el verde y blanco iba con los siguientes once: Salvati, Arrieta, Pucheta, Saggio, Fallesen, Vega, Iglesias, G. Ciaramella, Irigaray, Conde, M. Ciaramella.
En su charla previa Montoya resaltaba su molestia por la desorganización en el traslado hasta la cancha visitante. “Muchachos borrón y cuenta nueva ahora a pensar en el partido, entrega solidaridad, compañerismo, concentración para jugar este partido…”
En lo que para mí es la mejor cancha que presenta esta liga el juez pitaba dando comienzo al encuentro. La redonda se deslizaba por el verde césped dando inicio a los primeros 45 minutos. El verde y blanco de a poco tomaba las riendas del juego. Iglesias distribuía el juego para sus dos laderos Vega- G. Ciaramella y en estos el juego crecía lentamente a medida que pasaban los minutos. Así fue que llegaron las ocasiones de peligro sobre el arco rival. Una por derecha y otra por izquierda. La carencia de gol se hacía presente una vez más Vilo malograba dos oportunidades esplendidas para ponerse en ventaja bajo los tres palos. El primer tiempo se iba, en los últimos minutos el local equipararía un poco el juego. La primera etapa culminaba igualada en cero.
Montoya en el entretiempo mencionaba continuar jugando de la misma manera, este es el camino muchachos continuemos llevando las riendas del juego y no nos desconcentremos…
La parte final comenzaba, Vilo de a poco empezaría a sentir el cansancio producto del césped y el calor. Libertador lentamente despojaría a Vilo en el protagonismo del juego. Arribando a los 20 minutos R. Iglesias intentaba rechazar dentro del área grande un centro pasado y recibía un planchazo en su empeine, el árbitro interpretaba lo contrario sancionando la pena máxima. El local tenía la posibilidad de abrir el marcador desde los doce pasos. El ejecutor acariciaba con pierna derecha a la caprichosa hacia el palo izquierdo de Salvati quien se arrojaba heroicamente hacia allí para tapar el remate. Vilo tocado en su amor propio despertó en su juego y contesto inmediatamente. Dos minutos más tarde M. Ciaramella fue derribado muy cerca del área grande y el saque de meta. La ejecución de pelota parada seria comandada por el “Che” Guido Ciaramella, quien levanto unos de sus brazos indicando la jugada preparada. Todos esperaban el tradicional centro, pero fue pase hacia atrás para la arremetida del chico de los mil pulmones, A. Fallesen quien conecto de zurda, fuerte y cruzado a la caprichosa para que esta se estreche en el fondo de la red. Vilo ganaba por 1 a 0. El local, atónito, con el descenso en su mochila fue en busca del empate pero antes tuvo que sufrir, chocar y enfrentar a la figura de la tarde Gabriel Salvati. El hombre que reniega de su retiro, con su rodilla que le pide basta por favor, impidió de manera colosal una y otra vez la caída de su arco. La primera abajo, la segunda fue la más impactante voló descomunalmente hacia su ángulo superior izquierdo y rechazo con sus manos lo que todos dábamos por gol. La tercera fue la vencida con todo Vilo adormecido Salvati no pudo
impedir la caída de su arco así fue que Libertador llego al empate cuando restaban jugar quince minutos. De ahí en más todo fue para el local quien choco una, dos y tres veces con la muralla impuesta por Salvati y en la única que lo pudo evitar su delantero con el arco vacío erro en la definición. No era triunfó para el local ni tampoco lo seria para la visita, ya que Vilo también tuvo una muy nítida en los pies de M. Ciaramella pero su remate fue tapado por el arquero local. El juez daba por terminado el partido, Libertador F.C. y Vilo terminaba igualados en uno.
La figura de la cancha fue Gabriel Salvati. Cuando arribamos al predio al bajar del auto Gabriel me menciono; “jugar en canchas como esta te dan seis años mas de vida deportiva”. Aludiendo el excelente terreno de juego. Y valla que era cierto viejo, atajaste para quedarte de por vida. Salvati atajo la primera fecha del torneo apertura en la B, luego acordó dar un paso al costado para recuperarse bien de su rodilla. Su trabajo y las obligaciones personales lo llevaron a demorarse más de la cuenta en su recuperación. Pero durante la semana cuando J.M. Montoya le informo que le tendría que dar una mano al equipo, él no dudo en ningún momento y dio el presente. Gabriel tuvo una tarde memorable, épicas, de esas que no se olvidaran tan fáciles. Antes y después, Gabriel. ¡Qué placer verte otra vez!
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