Por la tercer fecha del torneo clausura “A”, Vilo viajaba hacia Burzaco para enfrentar a Polonia F.C. Luego de la suspensión por inclemencias climáticas ante el Siamec por la segunda fecha, el verde y blanco se presentaría a jugar luego de quince días. Su técnico J.M. Montoya determinaba poner a los siguientes once; Serpa al arco, Arrieta, Delgado, Saggio, Fallesen, Iglesias, R. Venturini, G. Ciaramella, Irigaray, Conde y M. Ciaramella.
En la charla previa J.M Montoya mencionaba que este sería un partido de primera, para ello motivaba a sus dirigidos de forma muy veraz, remarcando su virtudes y resaltando su estilo de juego. “No traicionaremos nuestro sistema de juego, nuestros primeros defensores van a seguir siendo nuestros tres puntas” mencionaba entre otras cosa en un charla que se extendió aproximadamente unos diez minutos.
Las características del terreno de juego y sus alrededores me permitieron apodar a la cancha de Polonia F.C., sin ánimo de ofender a la parcialidad local, el cementerio Polaco.
Con una temperatura muy baja haciendo honor al crudo invierno que nos martiria por estos días, bajo algunos chaparrones aislados comenzaba el juego en el Cementerio Polaco. Los primeros cinco minutos el local insinuaba tomar el manejo del partido, pero esto no sería así. Ya a los diez minutos Conde, Irigaray y M. Ciaramella presionaban a los defensores locales, el medio campo administraba el juego y la defensa se paraba casi en terreno rival. Serpa luego de descolgar un pelotazo de unos 35 metros miraba el partido muy tranquilo. Solamente ordenaba a su defensa cuando notaba algún error en sus marcas. Vilo jugaba con gran presencia, a los veinte minutos Conde abrió su pie izquierda para acariciar con cara interna desde la puerta del área grande a la redonda dejando atónitos a tres defensores que trataban de tapar su remate. La caprichosa se iría rozando el poste derecho del uno.
Con una temperatura muy baja haciendo honor al crudo invierno que nos martiria por estos días, bajo algunos chaparrones aislados comenzaba el juego en el Cementerio Polaco. Los primeros cinco minutos el local insinuaba tomar el manejo del partido, pero esto no sería así. Ya a los diez minutos Conde, Irigaray y M. Ciaramella presionaban a los defensores locales, el medio campo administraba el juego y la defensa se paraba casi en terreno rival. Serpa luego de descolgar un pelotazo de unos 35 metros miraba el partido muy tranquilo. Solamente ordenaba a su defensa cuando notaba algún error en sus marcas. Vilo jugaba con gran presencia, a los veinte minutos Conde abrió su pie izquierda para acariciar con cara interna desde la puerta del área grande a la redonda dejando atónitos a tres defensores que trataban de tapar su remate. La caprichosa se iría rozando el poste derecho del uno.
Montoya mencionaba lo siguiente a sus dirigidos en el entretiempo “sigan trabajando el partido igual” luego elogiaría a Serpa quien ordeno muy bien a sus defensores para luego continuar expresando “sigamos proponiendo nuestro juego, no hay que aflojar, el que afloja pierde”.
La figura de la cancha fue el Alto Fer. Desequilibro por todo el frente del ataque, tuvo una entrega descomunal en todo el pasaje del juego. De arriba fue imparable se aguanto todo lo que le pegaron sin protestar. El gol se le negó en dos oportunidades una vez por saber mucho y definir a al palo mas lejano del uno, la otra por ser generoso y querer asistir a un compañero por estar mejor posicionado.
Para finalizar quiero remarcar los diferentes gestos que tuvieron el Topo Serpa junto al Capitán del equipo Germán Delgado que llevaron al Alto Fer a Ezeiza para que este tomara el vuelo hacia Brasil. El de Fernando Conde quien atraso su viaje a Brasil para poder jugar este partido así como adelanto la vuelta para poder jugar el sábado próximo. Emblemas y ejemplos de un equipo de amigos.
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