Porla cuarta fecha del torneo AIFA Apertura “A”, Geba recibía en su casa a Vilo.Montoya repetía los mismos once que le ganaron a Savio el sábado por la tardeen el reducto:
Esposito, Arrieta, Saggio, Hermida, Fallesen,Cura, Iglesias, G. Ciaramella, Irigaray, Cipolatti, Vega. DT. J.M. Montoya.
En la charla previa el técnico hacía referencia en laimportancia de jugar encima de las marcas, presionar, impedir que el rival se asocie e intentarsiempre jugar, crear…
Enun terreno con dimensiones profesionales, EL juez pitaba para que la caprichosaempezara a rodar. Vilo no sentía temor por las longitudes de la cancha, nirespeto por el local. Al minuto de juego ya creaba la primera ocasión de gol,Nacho, “el grande” definía desviado en la puerta del área chica luego se una sesiónde toques por el andarivel izquierdo. A los cinco minutos nuevamente Geba sesalvaba providencialmente. Esta vez, Nacho punteaba al balón en el primer paloanticipando al uno y a toda la defensa. La pelota daba en el palo para luego recorrertoda la línea de cal para salir por el otro lado. Vilo para ese entonces merecíaestar en ventaja. Pero como menciona el refrán “las que no entran en un arcoentran en el otro”. Arribando al minuto 25 tras un error no forzado, Saggio, “elbatallador de América” accidentalmente entregaría mal un pase a R. Iglesias enel medio campo, el local aprovecharía al máximo dicho traspié. Gebafortuitamente se ponía en ventaja por 1 a 0. Vilo no sintió el impacto, continúofiel a su metodología, buscando tendencias claras en el juego que propiciasendesenlaces de gol. Para Vilo el juego se construye a partir de costumbres, deafinidades, de planificaciones. Arribando a los 35 minutos llagaría el empate.Tras un córner enviado por G. Ciaramella, L. Cura se elevaría para conectar uncabezazo colosal. Vilo empataba en uno. Poco duraría la tranquilidad de la igualdad,antes de finalizar la primera etapa, Geba lograría ponerse en ventajanuevamente. Un pelotazo al boleo del lateral derecho ocasionaba un nuevo errorno forzado en la defensa, esta vez era el juvenil central Hermida, que no podíadominar el balón como requería la jugada. A partir de ahí nacía un contraataque que tendríaque haber finalizado en falta sobrearquero de Vilo, Esposito, pero el árbitro no lo interpretaba así y daba córner para Geba. El local aprovechaba su contundenciapara decretar de cabeza el 2 a 1. Geba se iba al descanso serenamente, mientras el equipo de Vilo dejaba la cancha desconsoladamente.
Enel entretiempo Montoya mencionaba,” muchachos cambien la cara, están haciendoun buen partido. El resultado no está reflejando lo que está pasando dentro delcampo”. “Sigan jugando encima de las marcas”…
Lasegunda etapa comenzaba. Vilo ingresaba algo nervioso, acelerado. A medida que pasaban los minutos la visitaganaba serenidad y predominaba en el juego. Geba, club grande si los hay,renunciaba a tomar el rol protagónico del encuentro, dejaba de lado el afán portomar la pelota en plan de ataque, lo que surgía era la espera, laespeculación, la búsqueda no intencional, por lo tanto, nada era fiable. Montoya - Cusnir realizaban dos variantesseguidas, a los 20 minutos ingresaban eljuvenil J. Sáez, haciendo su debut en la primera y M. Ciaramella, dejaban lacancha Arrieta e Irigaray. Vilo tendría dossituaciones claras de gol. La primera tras un córner ejecutado por G. Ciaramellapara que L. Cura conecte de cabeza al ángulo derecho del arquero local que nadapodía hacer, pero su defensor lograba impedir heroicamente la caída de su arcotras desviar de cabeza al córner nuevamente. La segunda fue la mejor jugada colectiva delpartido, el verde y blanco hizo posesión de balón, no se impaciento jamás, buscopor derecha, luego por izquierda, volvió a empezar la jugada por derecha paraterminar colocando, por izquierda, al juvenil Saéz mano a mano frente al uno. Elremate del pibe fue brillante; de zurda fuerte y abajo al palo derecho del unoque logro desviar de manera colosal el remate al córner, eclipsando de esta manera la buena definición.Ya en el descuento Vilo tuvo una más, nuevamente de córner, el balón quedoboyando en la antesala del área chica pero Cipolatti no pudo conectar cómodamentesu remate. Segundo antes de que el juez diera por finalizado el encuentro elmuy buen jugador y goleador que posee Geba (L. Bracco) aprovecho un descuidodefensivo, para eludir y acariciar a la caprichosa por encima de la cabeza deEsposito y sentenciar el 3 a 1 final, resultado más que exagerado...
Lafigura de Vilo fue L. Cura, jugo de menor a mayor, nuevamente llego al gol,estuvo a punto de empatar el encuentro pero un defensor se lo impidió despejandode cabeza en la línea del arco. Lucas tuvo un despliegue enorme.
Para finalizar quiero citar un párrafode una nota que escribió D. La Torre hace unas semanas que manifiesta muy biena lo sucedió ayer a la noche.
…“Casitodos los goles en el fútbol argentino tienen un alto componente azaroso.Aparecen por situaciones no preparadas, curiosas, hermanadas a lo inesperado ya lo fortuito. Cuando el gol no llega como consecuencia de una búsquedasistemática, los resultados muchas veces se terminan alejando de la lógica delpartido. Mi hipótesis es que el gol aparece por inspiración, por aciertosindividuales, por distracciones, por accidentes y por la fuerza relativa quedomina al fútbol. O sea, no se advierten tendencias claras en el juego quepropicien desenlaces. Lo que se logra en el área -grande o chica- contraria estan efímero como casual”…
Fuente:
Diario Ole
Nota, "La época del gol fortuito", por Diego La Torre.
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