miércoles, 5 de septiembre de 2012

Se jugo por jugar, y se perdió...


En un flojo partido Vilo estuvo al borde del milagro. Faltando cinco minutos para el final perdía por tres goles, en cinco minutos se puso a uno y casi más lo empata en la última jugada. Vega, de penal e Irigaray marcaron para el conjunto verde y blanco.
                          
La fecha 15º fue reprogramada para jugar el martes 04 de septiembre a las 21 hs en el reducto. Vilo enfrentaría a C. Asturiano en lo que se puede mencionar o denominar un clásico de barrio. 

Como ya lo había manifestado Montoya el día sábado realizaría rotación en sus jugadores, por lo siguiente el verde y blanco salía a la cancha con estos once jugadores: Serpa, Iglesias, Vega, Pessolano, Cura, Saggio, G.Ciaramella, Irigaray, Conde y M. Ciaramella.

En la charla previa Montoya reclamaba repetir lo bueno que se hizo el día sábado ante Sitas B. Destacaba volver a tener, el orden, la tranquilidad y la concentración para afrontar el anteúltimo partido del Torneo Apertura A.

Asturiano ingresaba con un gol desde el vestuario, a los 3 minutos por medio de un contragolpe abría el marcador. Vilo de a poco fue equiparando el juego o mejor dicho la fricción. Esto fue uno de los graves problemas que cometió el conjunto dirigido por la dupla técnica Montoya-Cusnir, igualo la fricción que le proponía su adversario en cambio de intentar superar a su rival jugando, elaborando juego, sin impacientarse. Entiendo que el terreno de juego no ayuda en nada, la iluminación es escasa pero si por momentos se observaron tres, cuatro toques a un compañero es porque se puede, entonces porque no continuar con esa intensión de dominar el balón. Cuando un equipo domina el balón se mueve mejor y consigue que su rival no lo tenga, por lo tanto no te puede atacar. 
Promediando los treinta minutos Vilo tuvo el empate en los pies de Matías Ciaramella. Producto de una jugada excepcional de Irigaray, gambeteo a tres jugadores por el sector izquierdo al entrar al área asistió a M. Ciaramella para que este defina solo ante el uno. Pero Ciaramella estaba enfrascado en el frenesí del juego. Se apuro sin necesidad, remato con su pierna más hábil haciendo que el balón se fuera afuera, muy afuera… Ocho minutos más tarde llegaba el segundo gol de la visita demostrando a las claras lo bien que le caía el trámite del encuentro.  Asturiano se iba al descanso ganado por 2 a 0.  

En el entretiempo Montoya solicitaba a sus dirigidos trabajar el partido, no desesperarse. Vamos a realizar dos variantes para dar vuelta esto. No entren en  discusiones, dediquémonos a jugar que es la única manera de revertir la situación… 

Como ya mencione anteriormente para jugar la parte final Vilo realizaba dos variantes, ingresaban Pucheta y Sáez por Iglesias y Ortiz respectivamente.  La ilusión de empatar o dar vuelta el resultado se opacaba aun más cuando a los once minutos la visita ampliaba la diferencia a tres, aprovechando  una falla defensiva. Para Vilo no era su noche. Promediando los veinte minutos Montoya determino hacer dos variantes mas, ingresaban Fallesen, Caneda salían Pessolano y M. Ciaramella. Con más amor propio que juego, el verde y blanco empujaba hacia el arco rival. Faltando diez minutos dejaba la cancha muy golpeado y extenuado el que para mí fue el mejor jugador F. Conde por el ingresa Reguera. Asturiano a medida que el final se aproximaba se complicaba solo en su labor. Producto del agotamiento, del  contrincante que para ese entonces no entraba en discusiones efímeras y seguía yendo hacia el arco de enfrente. De esta manera llego el descuento. Por medio de un claro penal que fue ejecutado por L. Vega cuando el partido entraba en su crepúsculo. La diferencia se achico mas cuando en el primer minuto del adicional Irigaray empujo al fondo de la red un rebote que encontró en área grande, luego de una jugada de pelota parada. Vilo estaba a un gol de la hazaña pero le falto suerte en la última jugada. Otra vez de pelota parada, pero en está el rebote no salió para el lugar propicio y el juez hizo sonar su silbato proclamando el final del encuentro. 

La figura fue Fernando Conde. El “descarado carasucia” comprende el juego, siempre busca o intenta jugar en función de equipo. Capaz parezca muy poca virtud pero es la más importante para jugar a este juego. El fútbol exige aprendizaje y comprensión menciona Laureano Ruiz, en el libro “Senda de Campeones”. Conde emplea los dos conceptos para ser el que es adentro de un campo de juego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario