Derroto por tres
a cero a un deslucido Bco. Ciudad. Los goles los marcaron Nacho Irigaray, Vega de
penal y M. Ciaramella. Matías Viejo brillo en la zaga, Fernando Conde por toda
la cancha.
Por la decima primera fecha
del torneo apertura, Vilo recibía en el reducto al conjunto de Bco. Ciudad. Con
un par de modificaciones con respecto al último cotejo disputado el verde y
blanco salía a la cancha con los siguientes once jugadores; Salvati, Arrieta,
Vega, Viejo, Fallesen, Cura, G. Ciaramella, Sáez, Irigaray, Conde,
M.Ciaramella.
Minutos antes de comenzar
el juego el técnico del bajo expresaba
lo siguiente; “muchachos jugar pegados a su marca, con convicción tenemos que
dominar el juego desde ese convencimiento de esta manera vamos a jugar en
terreno ajeno y de ahí vamos a progresar en el juego mismo. La rueda del centro
juega cerca (Cura- Sáez) de G. Ciaramella para colabora en la elaboración del
juego. Los extremos pegados a la línea de cal. Necesitamos del convencimiento
de todas las piezas desde el arranque del juego”. Por último muchachos terminen
la jugada definan tengan fe para patear al arco”.
1.- Clásica tarde de invierno, con el cielo encapotado y el sol que sale cuando el viento
mueve esas amenazantes nubes grises. El juez hace sonar su silbato dando
comienzo a los primeros 45 minutos. Vilo sale convencido de lo suyo, la defensa
toma de cerca las marcas, el medio campo se para en campo rival mientras los
tres de arriban ejercen presión en la defensa rival. Bco. Ciudad deshoja la
margarita.
2.- Los Municipales cometen el error de apresurar
su juego, transportan demasiado, no pone el balón sobre el suelo por
consiguiente colisionan con su adversario. Decía Dante Panzeri en su libro “Futbol Dinámica de lo Impensado“…
En el fútbol bien jugado la velocidad es del balón tocado mucho y retenido
poco. En el fútbol actual se pretende alcanzar la velocidad por el camino
opuesto de hombres muy próximos a sprinters, que tratan de llevarla teniéndola
mucho y no tocándola casi nada. Por eso
la pierden… y la velocidad se vuelve lentitud. Por otro lado la vista no logra
hilvanar tres pases seguidos, y no
parece interesarle su carencia ofensiva. Esta parado en el campo a la espera de
algún milagro.
3.- Promediando los 20
minutos el escore se abre. Por medio de un balón parado el juvenil Sáez
resplandece con su asistencia. Nacho “El grande” anticipa para peinar al
esférico en el vértice del área chica descolocando al golero rival, Vilo se
pone arriba merecidamente. ¿Ciudad responde? Ni siquiera sabe ni puede crear
juego. Le quema el balón en los pies y rápidamente lo regala para volver a
asentarse en su campo, cierra los espacios y rezar por algún contragolpe. Su
única arma para hacer daño, pero eso tampoco lo logro. Conde marca el rumbo
junto con Irigaray y Ciaramella agobiando a los defensas rivales con su alta
presión.
4.- Minuto 30 el balón se
refugia en el “descarado carasucia”, quien cultiva un romance infantil con el
cuero como en los yuyales sabios del campito. Antes de que toque el piso
impacta con su pie derecho al balón sutilmente para dejarlo de cara al gol al “Pichichi”
Ciaramella, este es derribado groseramente por los defensores rivales. El
colegiado sin titubear cobra la pena máxima. El penalti será convertido por L.
Vega. Harry Potter ejecuta sabiamente y amplia la diferencia a dos.
5.- La primera etapa
culmina, Montoya brinda un par de indicaciones a sus dirigidos. “El secreto de
este partido pasa por jugar con más tranquilidad, descansemos con la pelota. Hay
que poner el balón sobre el piso, y hacerlo rotar”. “No aflojar en las marcas
siempre encima de ellos”. Comprométanse a jugar siempre fácil. ¡Jugar fácil!
¿Estamos de acuerdo?...
6.- La parte final comienza, el libreto es el
mismo. La visita no hace pie en ningún sitio, Vilo interpreta a su técnico
buscando golpear por tercera vez. Cuando
en el fútbol se hace lo simple, casi llega a ser innecesario el habilidoso.
Corriendo, a veces trotando, se tiene ganada la tranquilidad de poder dar la
pelota a un destino claro, efectivo y práctico, que no necesita de
malabarismos. Ahí es donde resalta el buen jugador.
7.- El “descarado
carasucia” se hace patrono del juego y ya no habrá más nada que hacer Bco.
Ciudad, solamente arrojar la toalla. La dupla realiza la primer variante ingresa Joel
Brandan sale el “Pitbull” Arrieta. Fernando danza en la mitad del campo, aviva el gris de
la tarde y ruboriza la pobreza de los accionistas. Dos cortas y una larga como
dicen los libros para ubicarse en posición acorde y arrojar su primer “Alley- oop” de la tarde hacia Ciaramella. Ese balón
llega de atrás con la simpleza, la tranquilidad, del destino claro. Matías
define acertadamente pero ineficazmente
por encima del guardameta, la caprichosa se va apenas arriba del travesaño.
8.- A continuación, con
la batuta presta, “el verdugo de adjetivos”, se instala en el medio de la
cancha con su eterna enamorada, la pelota. Dando inicio al engaño voraz finge
frenar para dar vuelo. Sabiendo de que la madre de la generosidad humana es la
humildad, nunca la abundancia, nunca la opulencia otorga ante la mirada absorta
del rival otro “Alley- oop”, el pase en profundidad justo ahí en la antesala, del
gol, “El Pichichi” Ciaramella recibe para hacer honor a su apodo enviando al
balón al fondo de la red ante el achique frío del arquero y así sacarse la mufa
de encima. Vilo gana por tres a cero cuando restan jugar 30 minutos más.
9.- Con el partido
encaminado, Montoya hace rotar el banco de suplentes, ingresa haciendo su debut
en la primera de Vilo, F. Ortiz, sale Irigaray. Un par de minutos más tarde
Franco Chivilo, entra por G. Ciaramella. Faltando quince se realiza la ultima
variante R. Iglesias va al campo de juego y Sáez a la banca.
Y 10. La ultima de Fer.
El carasucia se recuesta por la banda izquierda, procurando lo imprevisto.
Adormece en el aire al esférico para luego esperar a su marca, que por acá que
por allá, el balón parece que se ha ido pero no, vuelve a estar bajo la presión
apenas ruda de su suela. La gambeta en el vértice del córner para dejar al
rival atrás. Con su mirada al horizonte observa el ingreso de un compañero, el
tercer “Alley oop” es lanzado. El centro es mágico y preciso a la cabeza de
Panchito Ortiz pero el frentazo de este se va por arriba del travesaño. Vilo
gana solamente por 3 a 0.
Antes de pasar a la
figura del partido quiero hacer un par de menciones. La primera resaltar la
labor de Matías Viejo en la zaga central, realizo una soberbia actuación
después de recuperarse de una molesta lesión. La segunda y última alusión es
agradecerles y desearles lo mejor a los hermanos Juan y Federico Ortiz López y Franco Chivilo, en sus respectivos caminos.
Vilo los recibió sabiendo de sus obligaciones, (dedicarse al futbol
profesionalmente) hoy con el libro de pases abiertos esperamos dichosos que
consigan cumplir con su objetivo.
La figura del encuentro
fue Fernando Conde, decía el gran Dante “El buen jugador no brilla, brilla el
juego que produce ese jugador. Y a veces brillan por él, jugadores menos
jugadores que aquel que hace brillar el juego”. Como mencione alguna vez,
Fernando es el valor agregado de este plantel, su juego potencia a sus
compañeros pero el gran secreto está; en su
esfuerzo, su humildad y generosidad a la hora de entrenar y jugar.
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