Vilo le saco el invicto a La Salle, le gano 1 a 0. El gol lo marco el juvenil Juan Sáez. Soberbia actuación de Fernando Conde.
Aun está vigente la tesis de “casi” y del “pero”. Palabras que a futuro habrá que quitar de nuestro diccionario para empezar a ser maduros. Las derrotas ante GEBA y SITAS son pasado. Este juego está lleno de injusticias, de contratiempos o peor aún, de ingratitud. Basta de “casi y de peros…” Para recibir en el reducto al invicto La Salle habrá que doblegar el esfuerzo, el trabajo y la humildad, sabiendo que en nuestra existencia hay dos vocablos que ya no están. El día después ha llegado.
Para ello Montoya dispone jugar con los siguientes once jugadores; Salvati, Arrieta, Vega, Caneda, Fallesen, Cura, Chivilo, Sáez, Irigaray, Conde y Ortiz López.
En su charla previa el técnico, expresaba “Cada uno presiona sobre su marca, no retrocedan sin ellas. Es fundamental la segunda pelota, y a partir de ahí intentemos jugar con tranquilidad como lo venimos haciendo”… “A sacar estos tres puntos muchachos”...
1.- Los interrogantes sembrados por las últimas dos derrotas están ahí, a 90 minutos de deliberarse. Sera caída libre, como hace un año o será el principio de la reivindicación. El juez hace sonar el silbato, el balón rueda.
2.- El verde banco no deja nada librado al azar. Línea de cuatro bien lejos de su arco, la corona del centro funcionando artesanalmente, los tres de punta fijando a la defensa rival bien cerca de su guardameta.
3.- “El cuestionario que se observa es muy franco y tan longevo como el fútbol”, dice Martí Perarnau en su nota (Forster Hollywood) de su excelente Blog “Perarnau Magazine” y aclara “se trata de un juego que puedes practicar de muy distintas maneras y todas ellas son igualmente capaces de llevarte a una victoria. Simplemente, tú eliges la que consideras más adecuada para alcanzar ese triunfo. No hay modos de jugar superiores a otros en el plano moral y todos son perfectamente legítimos mientras no incumplan el reglamento. En ocasiones se enfrentan opciones parecidas; en otros casos, opciones extremadamente opuestas”. Sintetizando La Salle cree que puede vencer desde el repliegue intensivo, el contragolpe y las acciones a balón parado y VILO, desde la vía contraria”.
4.- El aroma a gol se siente en la atmósfera. Bien arriba y contra la raya, Nacho “El grande” toma el balón. Abriendo la cancha para que no se amontonen los forwards en el medio, elude a su marcador y va en busca del centro ecuánime, del pase gol. La jugada no es exacta, su asistencia pasa por delante de los pies Fede Ortiz. La visita no hace pie en el reducto. Minutos siguientes “El verdugo de adjetivos”, se vuelca a la derecha con la simpleza de las cosas que nacen del corazón y rehusando a las frías teorías de la imaginación, barre al lateral un una baldosa para luego entrar al área y asistir a Fede Ortiz. El cierre preciso del defensor deja sin efecto semejante maniobra.
5.- Minutos después “El búfalo”, Fede Ortiz, brame enérgico dentro del área amortiguando a la caprichosa para luego sacar una media vuelta que no llega a conectar Nacho “El grande” debajo de los tres palos. La visita se salva providencialmente. La esencia se transfigura o es preludio de que esta tarde tampoco es nuestra. El juvenil Sáez tiene la más clara en sus pies ante toda una defensa que ruega el fuera de juego como única opción de amparo. El mocoso ya siente impreso el gol en su botín izquierdo. En posición neta de gol duerme mansamente al esférico en su pie para ejecutar la caricia final. Cara a cara con el uno, no logra conectar con precisión al balón y este se pierde apenas afuera. El milagro se hace presente en el arco de La Salle. La primera etapa culmina.
6.- Ante sus dirigidos, el técnico reflexiona; “El único que nos puede lastimar o hacer algo fuera del libreto es Javier González, (ex Vilo) entonces a tener recaudo con él, estamos de acuerdo. Nosotros sigamos intentando con lo nuestro, muchachos que el equipo no cambie de idea en algún momento, la mala racha la vamos a quebrar. A no aflojar, sean anchos, tengamos paciencia, concentración, humildad, sacrificio” El que afloja se queda sin nada y nosotros hoy, no nos podemos quedar sin nada a no aflojar muchachos”…
7.- La parte final comienza, el cuestionario es el mismo. En el paño se distingue que si el verde-blanco no cambia de idea no es por fidelidad, sino por convencimiento en lo suyo. Porque cree que por esta vía lo ganará. Los dirigidos por Matta incrementan la fricción pero cada vez ven más lejos el arco que defiende Salvati.
8.- La supremacía de Vilo es abismal, ya no es solo por medio de la posesión y el juego asociado sino también a base del balón parado. El centro llega de los pies del “El Profesor” Franco Chivilo en donde el uno muestra cierta imprecisión conectando al esférico en dos tiempos. Luego desde el otro sector, el izquierdo L. Caneda es el encargado de ejecutar la falta que el guardameta de La Salle pifia con sus puños salvándose ocasionalmente de buscarla dentro de su arco.
9.- Arribando a los 20 minutos la dupla técnica Montoya/Cusnir introducen la primera variante. Sale Irigaray entra “El Che” G. Ciaramella. Por el sector izquierdo Sáez anuncia peligro de gol. El juvenil parado de wing izquierdo desborda una vez más para enviar el centro mortífero, el recién ingresado es quien conecta con su pierna derecha la asistencia. La fortuna acompaña una vez más al arquero estudiantil, la caprichosa queda boyando entre sus piernas. La tesis empieza a revolotear por el reducto…
y 11.- Faltando cinco Montoya arroja a la cancha para alegría de muchos, a Ramiro Ramos Venturini. Se retira ovacionado el juvenil Sáez. El crack que en pocos días se volverá a operar de su rodilla ofrece un par de jugadas pintorescas. La más atrayente es la asistencia hacia, Fernando Conde. “El verdugo de adjetivos” demuestra que es ser humano desaprovechando la ocasión de ampliar la diferencia. El encuentro concluye Vilo, le saca el invicto a un áspero rival.
La figura del encuentro fue Fernando Conde, jugador global. “Descarado carasucia” como no citar de este forma a quien aprovecho el teórico caos en la mitad del terreno para encajar su aguijón letal. Admirable asistencia de quien disfruta más del pase gol, que del gol en sí. Soberbio partido realizo. El mismo que finalizo cuando él se guardo el balón bajo su suela.
El equipo dejo atrás un durísimo compromiso, los tres puntos valen mucho más que eso. Las derrotas pasadas nos habían puesto en una juiciosa encrucijada; “¿Somos o no somos un buen equipo?” La tesis de “casi” y del “pero”, volando por el cielo del bajo otra vez.
Luego del triunfo, cuando el día después había finalizado, Juan Manuel Montoya reunió a sus dirigidos a un costado del terreno de juego y les exclamo orgullosamente…
“SOMOS MUCHACHOS, SOMOS, CON ESTA ACTITUD, CON ESTA HUMILDAD, CON ESTE SACRIFICIO, SOMOS UN BUEN EQUIPO"...
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