En un encuentro muy cerrado, el conjunto del Palomar tuvo contundencia y eficacia. El verdugo, Matías Lucca se inspiro dos veces y Vilo la busco en el fondo de la red. A pesar de caer fue muy meritorio lo realizado por el conjunto que dirige Juan Manuel Montoya.
Por la sexta fecha Vilo visitaba
al bicampeón, SITAS A. Para este duro enfrentamiento Montoya determinaba poner
en cancha a estos once jugadores. Salvati; Arrieta, Vega, Caneda, Fallesen,
Cura, Chivilo, G. Ciaramella, Irigaray, Conde y Sáez.
En su charla previa el técnico ofrece pautas justas a sus dirigidos; “muchachos nuestro rival de hoy es el mejor equipo que posee la liga en la actualidad, por eso hay que extremar los cuidados, esto quiere decir que no podemos entrar desconcentrados. Tenemos que jugar más concentrados que nunca”.
Es la alineación más coherente y adecuada vista la realidad de la plantilla del verde y blanco, los más curtidos atrás, los ortodoxos en el centro y los tres de punta, fijando a la línea de cuatro rival lo más cerca de su arco, estableciendo de esta forma jugar en terreno rival.
1.- Segundos afuera, el balón empieza rodar. Vilo se para en el centro de la lona imponiendo respeto. El ingreso del “Che” Ciaramella nutre a la noria del centro, gran acierto de la dupla técnica. A la fricción la contrarresta con posesión. El patrono juega incomodo.
2.- Sáez juega de wing izquierdo pegado a la raya, sus acciones gravitan creando las acciones de mayor peligro. El juvenil, figura del partido, le gana la espalda una y otra vez a un lateral petrificado, es por ahí donde se empieza a dilucidar una pequeña debacle.
3.- Los primeros 30 minutos han sido de un formidable dominio del conjunto visitante, conduciendo a Sitas a un desconcierto inaudito. Un equipo mostraba un enfoque organizativo impecable mientras el otro se movía de manera abreviada, sujeto al rendimiento de sus individualidades.
4.- Las carencias de los centrales azurros fueron muy visibles en esos tramos en que la presión verde-blanca dejó al local sin más salida que las bandas, donde moría su esfuerzo. Su principal recurso fue lanzar pelotazos hacia sus delanteros.
5.- El juego se diluye. El cansancio se empieza notar para los de Vicente López. El pressing ya no es el mismo.
6.- Previamente de que se jueguen los tres minutos adicionados por el colegiado. Síntoma de lo molesto que estaba siendo el partido para el local. Lucas Caneda se convierte en saco de golpes al recibir un manotazo proveniente “Del perverso del arco”, Matías Lucca. El juez ignora la falta. De inmediato los reproches se hacen sentir tanto dentro como fuera del terreno de juego. Mientras tanto y parafraseando a Guardiola,” Matías Lucca se convierte en “el puto amo de la acción”. Pues discute altaneramente con uno, con otro, con cualquiera que se le acerque para pedir explicación ante semejante golpe. El amo, gana la partida, el juez reanuda el juego sin siquiera sacarle tarjeta amarilla, lo que era una roja indeclinable.
7.- Vilo se va al descanso, pero no volverá a ser el mismo. El técnico menciona, “hay que ajustar detalles en la mitad del terreno hay que mantener el orden en las marcas, y seguir metidos, en el partido. El que afloja o se desconcentra en este encuentro se queda sin nada.” ”Si nos vamos a quedar pensando en la acción de Lucas nos quedamos sin nada” A jugar con la misma personalidad de los primeros 45 minutos muchachos”…
8.- La parte final comienza, Sitas cambia piezas para revertir la partida, su estado de ánimo es otro, juega con el cuchillo entre los dientes. El guion del film ha cambiado. Vilo no resigna su ideal, cosa que a uno lo enorgullece, pero no lastima, se licua, es como que necesita oxigeno.
9.- El cuadro del Uruguayo Jiménez se quito de encima la incomodidad, el ritmo cambio y ahora se siente ese equipo patrono de la Liga. La contundencia ofensiva lo demuestra. En diez minutos “el perverso del arco” dice ya que no me han expulsado acá estoy señores. M. Lucca marca el primero definiendo de zurda un centro con gusto pifie que arriba al área por medio de una pelota parada. El segundo es un golazo por la jugada y mas por el cabezazo a contrapié ante el eterno Salvati que nada puede hacer. Sitas gana dos a cero.
10.- Ante el primer gol, Vilo contesta y demuestra una vez más todo su amor propio. La posesión, la delicadeza sin lujo, la noria del centro toca reacio en demostrar que aún podía hacer fuerza ante semejante rival. El juvenil Sáez aferrado a esa ilusión del descuento, pisa el área grande con la caprichosa frente a sus ojos, su empeine se llena de cuero para que este se estrelle en el ángulo derecho del guardameta local que se sorprende ante semejante bombazo.
11.- Montoya realiza variantes buscando alternativas, ingresa Fede Ortiz López sale Irigaray. A los 30 minutos deja la cancha extenuado, “El Che” Ciaramella, entra con buen pie Facundo Torres. Cerca del final M. Ciaramella reemplaza al juvenil Sáez.
12.- Ni el tiro del final. La definición de Ciaramenlla desde el sector izquierdo, un remate raso, seco, fuerte, que vence al uno y camina paralela a línea del arco para pasar por delante de la zambullida del “descarado carasucia” que no llega a conectar al balón…
y 13.- El todopoderoso quiere clavar la última estaca para denigrar más aun al rival que lo hizo sentir incomodo la mayor parte del partido. Pero ahí entra en escena el uno del verde y blanco. Tapando lo imposible, corriendo inmediatamente hacia la definición sobradora del rival, creciendo en cuerpo y alma. Para decir basta, ya es demasiada injusticia que sea goleada. El perímetro de la cancha aprueba la magnitud del esfuerzo por eso se escuchan esos aplausos, ante semejante atajada. Sitas gano 2 a 0, el gran patrono no titubeo a la hora de los bifes.
La figura del encuentro fue Juan Sáez, pequeño juvenil en potencia. Desde que ha comenzado el torneo es el jugador más regular que presenta el equipo. Cuando está motivado, el equipo crece en juego y agresividad (Participe puntual del triunfo en Libertador, de la remontada en Avellaneda y ante UBA en el reducto). El sábado cumplió al pie de la letra con su labor, pegado a la raya para marcar el pase en diagonal a las espaldas de su marca, con movimientos prolijos y siempre cuidando la posesión del balón. Mis felicitaciones para Juan, a continuar creciendo con esfuerzo y humildad.
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