Vilo gano un partidazo. Perdía, lo dio vuelta, se lo empataron y lo gano en el final. Anotaron el juvenil Sáez, de gran partido, Fede Ortiz y el del triunfo fue en contra pero el árbitro se lo adjudico a Lucas Cura. La figura, fue Fernando Conde, “Verdugo de adjetivos”.
E-pistolario:
Querido Colega.
De antemano te agradezco, pero olvídate del llamado que me hiciste hace unos días. No te preocupes la gente es así, un día dice una cosa y al otro hace otra. Yo continuo acá en este sitio minúsculo para muchos e inmenso para otros. El jueves apenas te fuiste le comunique a Paco que la planilla la traían ellos. El Bingo del viernes fue producente, recaudamos bastante. Ahora vamos a poder comprar los balones para las categorías infantiles. Pero no me quiero ir por la tangente vamos a lo que nos incumbe. La batalla de Avellaneda quedo tras, la igualdad fue angustia pero ese punto al final tuvo su fruto.
Presta atención, porque realmente lo del sábado fue un partidazo…
Por la cuarta fecha del Torneo Apertura A, Vilo recibe a UBA en el reducto. Montoya pone en cancha a los siguientes once jugadores; Salvati. Iglesias, Vega, Viejo, Fallesen, Cura, Chivilo, Sáez, Conde, Ortiz López e Irigaray.
En la charla previa solicita, orden táctico para enfrentar a un equipo muy físico. Reclama “Buscar por medio de la precisión la velocidad, no dejar que el rival imponga su juego”… “Convencimiento en lo nuestro muchachos, nuestro principal objetivo es estar realmente convencido de nuestra ideología, pero eso sí, a exponer al máximo, a no guardarse nada”…
Bajo un cielo gris, con la tenue la lluvia humedeciendo nuestros cuerpos, el juez daba inicio a los primeros 45 minutos.
UBA impone, Vilo disputa. La insignia del inicio muestra al conjunto granate superior en todas sus líneas. A los diez minutos, encaja en el arco defendido por Salvati, tras un remate fuertísimo proveniente del sector derecho, 1 a 0. La fricción resulta un cóctel nocivo, para el verde y blanco. “El Profesor”, no acierta en sus pases punzantes, asesinos. Tanto Cura como Sáez no gravitan por sus bandas. Conde, Fede Ortiz y Nacho “El grande” chocan con una defensa que a medida que pasan los minutos disfruta de la teoría, del pim pam, “robar y golpear”. La pelota vuela mucho, se juega más al segundo balón que a la elaboración. Mientras el tiempo transcurre, UBA se repliega cada vez más junto a su guardameta. Vilo rota, posee el balón. El rival no lo quiere, no lo quiso nunca, sin tomar conciencia del peligro que le puede resultar la posesión de su contrincante. La primera etapa finaliza.
En el entretiempo Montoya expresa lo siguiente, “muchacho entendamos el juego, paz, tranquilidad, hay que mover el balón seamos anchos y esperemos con paciencia para dar el pase entre líneas”. “Encima de las marcas, y a jugar con decisión”…
El mensaje es clarísimo no entrar en el roce, entender a raja tabla que la vía para dar vuelta el resultado es la posesión y la serenidad.
Treinta cuatro segundos le bastan para concebir el camino. Los pasillos que estaban escondidos dentro de un jeroglífico que encerraba un enigma dentro de un misterio salen a relucir. La precisión gravita, el “Profe” da el puntazo letal para la convincente diagonal de Sáez. El zurdazo al ras del piso del juvenil vence el achique infructuoso del arquero. Vilo iguala en uno.
El cronometro marca dos minutos. “El descarado carasucia” se planta en la puerta del área grande, se calza el esmoquin de Fred Astaire con un par de pasos de baile esquiva a los rivales que lo rodean para verse cara a cara con el golero. Definí, definí, suplican en las gradas y en el banco de suplentes. "El verdugo de adjetivos", al ver al uno agazapado arroja su segundo “Alley- oop” del año para que otra vez, Fede Ortiz, empuje al balón al fondo de la red.
Vilo sujeto a su concepto de juego, pasa a ganar el encuentro en dos minutos. UBA con su convicción de “robar y golpear”, dos acciones instintivas que le exigen concentración máxima y frescura mental; le basta una ligera bajada de tensión para que el andamiaje se tambalee; pero también basta un rugido para que genere peligro. De esta manera el encuentro es vibrante.
Arribando a los 20 minutos, Franco “El profe”, despega de su marca en un abrir y cerrar de ojos, improvisa en decimas de segundo deslizándose hacia el arco rival. En la antesala del área grande saca un remate seco que se va apenas afuera. Vilo merece ampliar la diferencia.
Minuto siguiente boxeador a la lona. Extenuado “El pequeño gran matón” no llega a cubrir a su marca, este envía el centro para la entrada de su compañero. Salvati se pelea con el barro y no llega a salir, los granates igualan el cotejo en dos.
El empate cae como un mazazo, Montoya mueve el tablero. Entra “El Che”, Guido Ciaramella sale Juan Sáez. A continuación deja la cancha R. Iglesias e ingresa C. Arrieta. El cuerpo técnico busca dar equilibrio y frescura para afrontar los últimos instantes de este apasiónate partida. La última variante es M. Ciaramella por I. Irigaray.
Minuto 40 un rugido estrepitoso se apodera del reducto, robar y golpear es la receta del contrincante y lo ratifica cada vez que lo dejan. El delantero queda de cara ante el achique del eterno Salvati. Esta vez el fango no le impide su salida, el majestuoso, el enorme Salvati mire por donde se lo mire, acarrea al adversario a su piacere para taparle su disparo de manera colosal. La salvada providencial del uno es festejada como un gol.
Falta casi nada para el final, “La Bestia” L. Cura arranca por el andarivel derecho, “El descarado carasucia”, lo ve trepar por la banda y corre hacia el área para dar el ultimo golpe. “La Bestia” saca el zapatazo mortífero en busca de su compañero. El estado del terreno tienta al central a zambullirse para enviar al balón al córner ante la amenaza de Conde. Pero su ambición es desmedida, su pirueta no es firme y termina introduciendo al esférico dentro de su propio arco. A grito de gol “El verdugo de adjetivos” va en busca de Lucas Cura para el festejo final. Vilo gana 3 a 2.
El juez adiciona cinco minutos, en los cuales nada mas importante sucede. Vilo festeja justamente.
La figura del encuentro fue Fernando Conde. Empeñado en jugar siempre con dolores de cualquier índole. El “verdugo de adjetivos” percibió pronto las causas de los males y de inmediato brindo las soluciones al equipo. Serenidad, pausa y cien por ciento ganas.
Así es no más Carlitos, a pesar del mal tiempo fue un partidazo. Y viste el fútbol tiene estas cosas, hace una semana estaba angustiado y ahora hay alegría en mi corazón. A parte hicimos valer el punto de la batalla pasada y ahora vamos con otros aires a visitar al gran Geba. Ojo con esto que te menciono, no te creas que nuestro próximo rival sea pan comido. Te recuerdo que hace un año festejamos ante Savio F.C. un triunfo agónico y en menos de una semana estos nos encajaban tres, dando inicio a nuestra caída estrepitosa en la tabla general. Tampoco es para ir a comprar un diván plegable, solamente es para respetar.
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